Edimburgo
Ciudad antigua medieval.
Nos alojamos muy cerca del castillo que se alza sobre la ciudad, albergando joyas de la corona de Escocia.
Recorrimos la ciudad a pie, pero sobre todo por la ciudad vieja. No podía irme de Edimburgo sin visitar la famosa The real Mary King´s Close, fue un importante callejón comercial del siglo XVII. Durante la peste que llegó en 1644, muchas personas perecieron en sus casas llegando a ser una fuente de mitos y leyenda de fantasmas de las víctimas que lo perecieron. No dejéis de visitarlo, no veréis nada parecido en el mundo.
El castillo también es otro de los imprescindibles. La entrada no es muy asequible pero merece la pena visitarlo. Como detalle tiene un pequeño cementerio de mascotas, algo que no había visto nunca.
La catedral de Edimburgo, me impresionó muchísimo, es espectacular. No os la podéis perder.
Hicimos un poco de turismo por diferentes cementerios, entre ellos el Greyfriars kirk, famoso por Bobby, el perro fiel que vigilaba la tumba de su dueño.
Es una ciudad muy verde, lluviosa y muy bonita.